Laura Monclús es una de las pocas mujeres piloto de helicóptero y trabaja desde la Dirección de Seguridad Aeronáutica de SENASA como inspectora de operaciones con helicópteros. Además, forma parte del grupo de trabajo asesor para el desarrollo del nuevo real decreto que vendrá a sustituir el RD 750/2014, por el que actualmente se regula la operación de helicópteros en el ámbito de la lucha contra incendios, así como búsqueda y salvamento. En esta entrevista, Laura Monclús explica las peculiaridades del sector de los helicópteros y el papel de SENASA en inspección aérea de este campo.
¿Qué papel tiene SENASA en el ámbito de los helicópteros y la seguridad aeronáutica en ese sector?
SENASA cumple un papel de referencia, muy relevante en el sector aeronáutico en general, porque abarca muchos ámbitos, no solo el de los helicópteros. Por todo ese conocimiento, SENASA es fundamental en la inspección y en el desarrollo de normas. Cabe destacar que los profesionales que aporta SENASA proceden directamente del operador, tienen experiencia directa en las operaciones con helicópteros. Ese es nuestro principal valor, somos pilotos que hemos trabajado en los operadores, ingenieros e ingenieras que conocemos de primera mano el trabajo en el operador, los problemas que pueden darse, dónde hay que mejorar, o dónde está más avanzada la operación.
SENASA aporta todo ese conocimiento que hay que preservar y seguir potenciando. Una inspección no tiene sentido si no conoces realmente qué es lo que está pasando. Para inspeccionar tienes que conocer de primera mano la operativa. Tenemos profesionales pilotos y de la ingeniería aeronáutica capaces de aplicar la norma de una manera mucho más realista, no solo la parte teórica. Esa es nuestra principal aportación.
El conocimiento de la operación nos permite proponer alternativas y soluciones de cara a futuro, identificar mejor los problemas o las perspectivas del mercado, de tal manera que podamos adaptarnos y anticipar escenarios contribuyendo a potenciar el sector y hacerlo crecer con seguridad.
SENASA cuenta, además, con un importante apartado de servicios de formación en general en el sector aeronáutico, y en particular en helicópteros, tanto en lo relacionado con la normativa como para seguridad, que también es objeto de inspección.
¿Cómo ha evolucionado el sector de los helicópteros?
Hay que tener en cuenta que, por un lado, está la aviación de transporte comercial, fundamentalmente operada por aeronaves grandes, principalmente aviones, dedicadas al transporte de viajeros y mercancías, donde la normativa está muy desarrollada y avanzada. El sector de los helicópteros, sin embargo, es más pequeño, las operaciones no tienen tanta dimensión en lo que se refiere a transporte de personas. Lo que ha pasado es que con frecuencia ha ido a remolque de normas y procedimientos desarrollados para aviones, por lo que su evolución ha sido algo menos ordenada y más lenta, por tratarse de operaciones muy particulares, aunque las operaciones con helicópteros son esenciales para la sociedad. Ese es su principal valor. Suelen ser servicios de emergencia médica, traslado de pacientes, búsqueda y rescate tanto en tierra como en el mar, o servicios de extinción de incendios. Es menos visible que la actividad de los aviones, pero la operativa de helicópteros es esencial. Aparte, hay una serie de trabajos aéreos, como cargas o transporte de determinadas mercancías, que se hacen en helicóptero porque no hay otro medio más adecuado con el que se puedan realizar.
Durante la pandemia por COVID-19, por ejemplo, el sector de los helicópteros no ha cesado su actividad, precisamente porque es un sector esencial. Se ha mantenido activo, exactamente igual que antes de la pandemia. Los incendios han seguido existiendo, al igual que las emergencias médicas, las necesidades han seguido estando ahí. La inspección, la formación, los profesionales, todo ha tenido que continuar su actividad y además con una adaptación a los requisitos exigidos por los protocolos sanitarios debidos a la pandemia, sin menoscabar los criterios de seguridad y estándares de calidad.
¿Cómo es la seguridad en el sector de los helicópteros?
El helicóptero no es peligroso, los riesgos los introduce la operación, porque, en muchas ocasiones, se trabaja a velocidad y a altura bajas. En aviación de todos es sabido que la velocidad y la altura son seguridad. En nuestro caso se suele trabajar con poco margen. Por eso es importante tener una operación con un buen procedimiento, bien reglamentada, que se acerque a la realidad y la proteja pero que permita la operación, porque estamos hablando de servicios esenciales.
¿Cómo se ha desarrollado la seguridad y los procedimientos en el ámbito del helicóptero?
La normativa real en el ámbito de los helicópteros se empezó a aplicar en 2012 con las AIROPS y en 2015 con el RD 750/2014 de incendios, búsqueda y salvamento. Anteriormente había instrucciones, que habían ido surgiendo en distintos ámbitos, pero inconexas entre sí, una normativa muy dispersa para temas muy concretos, pero sin reglas enfocadas en lo que es la operación.
En estos últimos diez años ha habido un cambio enorme en cuanto a estandarización, que es lo que buscamos. Antes, cada operador trabajaba a su manera, cada piloto funcionaba con los medios de los que se disponía. La evolución, afortunadamente, ha sido muy buena y positiva, pero hay que seguir trabajando. Se ha tomado como referencia la normativa de aviones y hay que ir más allá de la mera trasposición de la misma a la operativa de los helicópteros, ya que son operaciones completamente distintas. Desde SENASA estamos contribuyendo en el desarrollo de una nueva normativa. En el nuevo real decreto, muchos de nuestros pilotos están colaborando con los grupos de trabajo, con los reguladores, con los operadores, el COPAC, la AESA y con EASA. Con esta experiencia y conocimiento se proponen mejoras para poder analizar, adaptar y aplicar la normativa europea y la normativa más particular, sobre incendios o búsqueda y salvamento, por ejemplo, haciéndola entre todos lo más realista y accesible posible.
Helicópteros vs drones ¿cómo conviven ambos medios en el entorno aéreo?
Los helicópteros y los drones van a tener cada uno su espacio bien definido, y además hay que aprovecharse de ello. Hay operaciones que actualmente se están haciendo en helicóptero que no son eficientes en cuanto a coste y se podrían hacer perfectamente con drones. Cada uno va a tener su lugar y va a cumplir su función. Además de ser más eficientes, nos complementaremos. Como ejemplo, en búsquedas o en observación puede ser mucho más económico o se puede disponer de muchos más medios utilizando los drones.
Como la parte de drones es tan novedosa, tenemos que ir viendo cómo se adapta. Hay que separar muy bien el espacio aéreo de uno y de otro. Llegará un momento en el que sabremos perfectamente donde está cada uno, el trabajo para cada medio estará bien definido y se trabajará muchas veces en común. Hay que aprender a complementarse y compartir ese espacio y cómo nos vamos a comunicar. En el campo de los UAS, SENASA cuenta con una amplia experiencia y conocimiento en formación y consultoría de la que incluso otros sectores se pueden beneficiar.
Colaboras como directora de Expansión en la asociación Ellas Vuelan Alto (EVA), dedicada visibilizar la presencia de la mujer en el sector aeronáutico, de la que SENASA es entidad asociada. Desde tu experiencia, háblanos sobre la representación femenina en el sector del helicóptero y cuáles son los retos en materia de igualdad en este campo.
En España, al igual que en otros países, la presencia femenina en el sector del helicóptero es muy baja, supone solo un 2-2,5%, en torno a unas 32-35 mujeres pilotos de helicóptero, aunque hay una mayor presencia de mujeres pilotos de aviones.
El sector aeronáutico en general es muy potente, con muchas posibilidades y futuro, hay mucho que hacer, mejorar y ampliar. La aeronáutica, y la industria aeroespacial también, tiene un futuro muy interesante para las mujeres. Es un sector muy atractivo y parece fundamental compartir la experiencia de las mujeres que ya estamos en este sector, tanto a nivel de ingeniería como de piloto, visibilizar nuestro esfuerzo y cómo disfrutamos de nuestra profesión para que sirva de inspiración a otras mujeres de manera que lo consideren como oportunidad profesional.
Es una carrera dura para todos, tanto para hombres como para mujeres. Hay que trabajar y seguir formándose continuamente porque es un sector que evoluciona de una manera rápida, con idiomas, habilitaciones, programas informáticos, nuevos sistemas.
La creación de la asociación EVA surgió de la necesidad de dar visibilidad y acercar a la sociedad el papel de la mujer en el sector aeronáutico. En concreto yo colaboro con un grupo de trabajo en Andalucía, donde el sector aeronáutico es estratégico. Contamos con un grupo de mujeres muy implicadas en el sector en diversos proyectos de sensibilización, no solo de aspectos aeronáuticos, sino aeroespacial.
¿Cuáles serán los principales retos del sector de los helicópteros?
Los helicópteros van a seguir formando parte de nuestra vida, sin duda, porque cumplen unas funciones muy difíciles de sustituir por otros medios. Uno de los principales retos será la integración y compatibilidad del trabajo de drones y helicópteros en el mismo espacio aéreo. Por otro lado, actualmente se utilizan los helicópteros para trabajos aéreos, pero cada vez más se están destinando a otros servicios de movilidad, como los aerotaxis en las grandes ciudades, algo que en un futuro cercano será más común. Ahí hay que trabajar en las necesidades a cubrir, la seguridad y el uso del espacio aéreo. Otro campo es el de extinción de incendios con helicópteros de noche, por ejemplo, cuando es más peligroso y requiere analizar bien la operativa.
Otro de los mayores retos a los que tendremos que hacer frente es el de la sostenibilidad. Nos consta que los fabricantes están haciendo un gran esfuerzo para mejorar los estándares y las soluciones, aunque hay mucho por hacer. Desde SENASA estamos contribuyendo a implantar diversas medidas para lograr los objetivos reducción de emisiones y descarbonización del sector aeronáutico, participando en proyectos de innovación y sostenibilidad medioambiental nacionales e internacionales.
Además, la actividad de los helicópteros tiene mucho que aportar en cuanto a vigilancia, control de vertidos y conservación medioambiental, que siguen siendo clave.
Por último, dado el carácter estacional de gran parte de las operaciones con helicóptero, la conciliación en este sector supone también un gran reto, algo que afecta a todos los pilotos, no solo a las mujeres. Muchos de los servicios se realizan únicamente en verano, como, por ejemplo, la extinción de incendios. Las programaciones no suelen conocerse con suficiente antelación como para poder organizarse familiarmente, con tiempo. Hay mucho trabajo por hacer a este respecto, por nuestra parte y por parte de las compañías, todos son muy conscientes. Si los profesionales están contentos, y se facilita la organización de su vida personal, sobre todo con un trabajo que nos entusiasma a todos, obviamente estarán más motivados e implicados. Todos queremos profesionales que hagan bien su trabajo y para eso se requiere continuidad, formación y entrenamiento.