Madrid 19 de julio de 2023
Carlos Cavero, presidente de la Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo españoles (APROCTA) desde 2016, se formó como controlador aéreo en SENASA hace más de 20 años. Carlos Cavero ha desarrollado su trayectoria profesional en centros de control aéreo en Madrid y Barcelona, no solo como controlador de ruta y aproximación, sino como instructor y actualmente supervisor en el ACC Madrid. Es además miembro de la lista de peritos judiciales de Eurocontrol.
¿Cómo recuerdas tu paso por SENASA como alumno de Control Aéreo? ¿qué es lo que dejó huella y te marcó más, aparte de la formación técnica?
Ha pasado ya mucho tiempo desde que cursé mi formación de controlador aéreo en SENASA y todavía recuerdo la ilusión con la que me embarqué en esa etapa para descubrir con más detalle y formarme en la que iba a ser mi profesión en el futuro. Sin duda, dejando a un lado la formación técnica, lo que más me marcó fueron los estrechos lazos de camaradería y amistad que se acaban creando entre los compañeros de promoción. Aún a día de hoy es un vínculo que se conserva.
La profesión de controlador aéreo se aprecia como apasionante, vocacional, pero muchas personas de las que se plantean esta salida profesional a veces llegan por casualidad ¿qué se puede hacer desde el sector para atraer nuevo talento a esta carrera? ¿qué podemos contar de la profesión para que la gente joven que ahora se plantea qué estudiar consideren esta opción como salida profesional?
La profesión de controlador aéreo, de hecho, es relativamente desconocida para gran parte de la sociedad más allá de algunos clichés sacados de películas y que, en muchas ocasiones, poco tienen que ver con la realidad. Por lo tanto, es normal que haya un número relevante de compañeros que hayan llegado a esta profesión un poco por casualidad. Sin duda, la mejor manera de atraer nuevo talento es esforzarnos en difundir lo que hacemos a través de charlas, encuentros, facilitando visitas a escuelas y dependencias...
Nuestro trabajo es dinámico y exigente en su desempeño, por supuesto, y requiere de habilidades específicas y una sólida formación. También proporciona un entorno de trabajo colaborativo, en un equipo que, en el sentido más amplio de la palabra, además de a otros controladores, incluye a pilotos, técnicos y otros profesionales imprescindibles para que un entorno tan relevante como es el transporte aéreo siga aportando todo su valor añadido a la sociedad. En último término, nuestra misión redunda en gran medida en ese objetivo más amplio que es cuidar de la gente y de su derecho fundamental a desplazarse libremente y con seguridad.
El desarrollo de nuevas tecnologías y la irrupción de la IA van a formar parte del futuro del control aéreo. Además de todas las habilidades que requiere la profesión ¿qué recomendarías a futuros controladores para estar mejor preparados para esos escenarios?
La profesión de controlador aéreo se enmarca en un entorno eminentemente tecnológico. Con toda seguridad, la IA tendrá un papel relevante en su evolución, pero no me gustaría dejar de señalar que, además de los desarrollos tecnológicos, el factor humano seguirá siendo una pieza fundamental que de ninguna manera debe ser puesto en segundo plano. Dicho esto, la mejor recomendación que puedo hacer a este respecto a mis futuros compañeros es que deben estar preparados para un entorno de trabajo cambiante, en constante evolución, manteniendo siempre altas sus capacidades de aprendizaje y adaptabilidad para adquirir y perfeccionar nuevas competencias.
¿Algún consejo para los alumnos/as que recientemente se han graduado como controladores?
A estas alturas, estoy seguro de que ya tienen una idea bastante aproximada de cómo es esa profesión a la que están deseando incorporarse, por lo tanto, no creo que vaya a descubrirles nada nuevo en este sentido. Pero me gustaría incidir en que este proceso de formación ab initio es sólo el primer paso para ejercer como controlador aéreo. Una vez se incorporen a su dependencia de destino deberán completar las correspondientes fases de formación de unidad. Por lo tanto, el proceso de formación continúa, y mi consejo para ellos es que sigan manteniendo la ilusión que les ha traído hasta aquí y que afronten no sólo la fase de formación de unidad sino también su futuro desempeño profesional con esas ganas de aprender y de dar siempre lo mejor de sí mismos. Merece la pena.